SECRETOS PARA TRIUNFAR

DE MIGUEL ANGEL CORNEJO

Influencia positiva: hábitos de Excelencia

Ser asertivo

Sustituya sus actitudes críticas destructivas por hábitos de asertividad, es decir, diga usted lo que siente o quiera en forma sencilla y clara pero cuidando siempre de no humillar a la gente, muérdase la lengua y evite a toda costa el ridiculizar a la gente, sea agresivo, firme, fuerte, pero nunca ofensivo.

Desee bienestar

Desarrolle expectativas de triunfo para todos sus seguidores, reaccione positivamente ante todos aquellos proyectos que le planteen.

Sea como un energético para su gente impulsándolos a emprender todo lo que hagan con una fe positiva de lograr el éxito; si desea hacer algunas recomendaciones que éstas sean para apuntar al éxito no para descalificarlos.

Sea una auténtica bujía que encienda el motor de entusiasmo de los demás, siembre ambiciones y desee el bienestar auténtico de toda su gente.

Sea positivo

El positivismo en nuestros días es como un manantial de agua fresca, qué bello es ver gente que sonría, que le ponga entusiasmo a todo lo que haga. Los positivos tienen la cualidad de haber entendido la fe como una fuerza que les hace llegar a donde desean.

Estoy seguro que todos los seres tenemos fe, entendiendo por ésta en “creer en lo que no vemos”, pero desafortunadamente la mayoría de los seres humanos aplicamos la fe en forma negativa, pues tenemos una fe inmensa de que todo nos va a salir mal.

Y ahora se requiere más que nunca una fe positiva, decídase a luchar contra el negativismo a través de ser positivo, de esperar lo mejor, de luchar incansablemente en alcanzar lo que se ha propuesto con una actitud optimista, alegre, de entrega total, y recuerde el ingrediente que identifica a los triunfadores: sonría.

Ser honesto

Orgullo de reyes que da señorío y engrandece a quien ejerce la honestidad, valor de orden superior que solamente pueden sustentar aquellos que tienen dignidad. Propóngase conquistar a sus seguidores a través de la credibilidad y autorrespeto; lo que usted diga que tenga el sello de garantía de la veracidad. El líder debe contar con la confianza de sus seguidores y ésta solamente se puede alcanzar cuando ellos tienen la seguridad de que nunca serán engañados o manipulados, creen en su líder porque es veraz y auténtico y que su palabra sea palabra de honor, su mejor aval y garantía.

Potencializar

En lugar de ridiculizar y caricaturizar a los demás potencialícelos, hable de sus cualidades e identifique sus mayores potencialidades y reálcelas, se dará cuenta cómo magnetiza y amalgama poder un líder que aprecia lo mejor de cada uno de sus seguidores

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Hablar de lo que interesa a los demás

Identifique qué le interesa a la gente y propóngase hablar de ello; si es necesario prepárese previamente y aborde el tema que a los demás atañe y filtre dentro de su información los temas que a usted le interesa abordar. Se dará cuenta cómo los demás se mostrarán impresionados por usted porque supo cautivarlos creándoles un marco de referencia que identifica sus intereses. Sea un excelente conversador prestando atención genuina a los temas de sus seguidores, la gente lo buscará para dialogar con usted, se convertirá en una persona interesante.

Escuchar a los demás

Si usted escucha atentamente sucederá algo mágico, cuando usted hable los demás le escucharán, el saber escuchar es una de las habilidades más difíciles de desarrollar por la sencilla razón que se requiere entender el mundo de significados del emisor, ya que puede suceder que para el que está escuchando no tenga ninguna importancia la información que está recibiendo. El secreto es: pregúntese y trate de entender lo que para el otro significa lo que le está diciendo y le aseguro que las intenciones de significado le darán más que las palabras. Por ejemplo, el caso de un niño de 8 años que desea comunicar su tristeza por la muerte de su perro, si el padre no sabe escucharlo lo descalificará inmediatamente arguyendo que no tiene tiempo para escuchar llantos o que le comprará más adelante otro perro, etcétera, pero si se atreve a escucharlo atentamente descubrirá el enorme significado que tenía ese animal para su hijo y comprenderá el gran sufrimiento que esto representa. Le aseguro que al entender el mundo de significados de este niño el padre podrá establecer un diálogo y una comunicación que lo llevará a la íntima relación de amor entre padre e hijo.

Escuche con genuino interés a los demás y le aseguro que cautivará a sus seguidores, y si lo hace con empatía sus seguidores dirán que usted es un gran líder pues usted sí les entiende y eso se llama identificación, sólido cemento emocional entre líder y seguidores.

Dar aceptación

Acepte a la gente como es, no como usted desearía que fuera, olvídese de la crítica de los defectos o deficiencias de los demás. Es necesaria la aceptación como ingrediente fundamental para poder edificar una relación duradera y sana con otra persona, acéptela como es, así como sus emociones y estados de ánimo. Que sus seguidores puedan estar con usted mejor que con nadie, pues usted sí los entiende y los acepta como son, no juzgue, ni critique la intención de las emociones de los demás, acéptelos como son y estratégicamente conviértalos en quienes deberían de ser. Maestro no es aquel que enseña a los otros lo que no saben, sino que hace de ellos lo que deberían de ser, y la aceptación es el inicio de esa transformación

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Venda ideas

Convénzase que para llegar a ser un líder de Excelencia debe ser un magnífico vendedor de ideas, que los demás deseen comprar sus proyectos y sugerencias es el secreto, cuando alguien desea comprar algo, se compromete por este simple hecho en cuidar lo adquirido. Convenza, persuada, dé tiempo a los demás para autoconvencerse, no se precipite, anímelos, irradie entusiasmo y haga del comprador un ganador si aplica su idea.

Enriquecer tareas

Por insignificante que parezca una tarea, barrer, cocinar, arreglar una máquina, atender la recepción, etcétera, es indispensable para lograr la Excelencia total en cualquier tipo de organización, sea empresa, nación, hogar, etcétera, hacer sentir a la gente indispensable e importante en cualquier tarea que desempeñe. La gente está necesitada de significado, de dar importancia a su labor no importando su naturaleza. Enriquezca todas las tareas, le aseguro que sus seguidores se sentirán orgullosos de su líder, la gente no nos ama porque seamos sus líderes, sino por la forma en que los tratamos, y se es fiel y se ama a quien nos ha dado un trato de seres importantes e indispensables, de seres únicos y trascendentales

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Dé reconocimiento

Alimento vital para el espíritu son las caricias desde pequeños y nunca dejan de ser fundamentales para lograr la superación, la autoestima, y el autorrespeto. Dé reconocimiento en forma genuina, es decir, que corresponda a una realidad; hágalo en forma transparente, nunca mezcle reconocimiento positivo y negativo; dé a cada espacio el enfoque correcto, cuando felicite hágalo en forma efusiva y entusiasta, cuando reprima hágalo enérgica y asertivamente pero nunca los mezcle. Dé reconocimiento en forma abundante, a toda acción corresponde dar acuse de recibo, no desperdicie las cosas bien realizadas por no reconocerlo, recuerde: atrape a su gente haciendo las cosas bien. Y por último, sea original, recompense a su gente en mil formas: medallas, trofeos, diplomas, porras, etcétera, recuerde que el éxito se alimenta de éxito, sea un forjador de triunfadores.

Sea sencillo

Entre más alto sea su puesto sea lo más sencillo posible, la grandeza de un líder se mide por su humildad, ahí se identifica el valor real de una persona, el poder revelar la auténtica naturaleza de su vida, el carisma se adquiere en la medida que se avanza en la escala de la importancia y paralelamente se avanza en sencillez. Sus seguidores se sentirán halagados de que usted se mantenga en su mismo plano a pesar de su importancia, se sentirán tan identificados con usted porque es parte de ellos, estarán dispuestos a amarlo y a seguirlo al lugar que usted decida conducirlos.

Miguel Ángel Cornejo

Fuente: Enciclopedia de la Excelencia

Liderazgo de excelencia

Tomo I, pág. 173

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